
Jabes oró así al Dios de Israel:
Te ruego que me bendigas y aumentes mi territorio. Quédate junto a mí y líbrame del mal para que yo no pase sufrimiento.
Dios le concedió lo que pidió.
1 Cron. 4:10
Muy poco es lo que sabemos acerca de Jabes, lo único que dice la Biblia de Él es que era más noble que sus hermanos, y que fue llamado Jabes porque su madre lo dio a luz con dolor. A veces sucede que cuando hay muchísimo dolor en los antecedentes, habrá sumo placer en las consecuencias. Nuestro padre es tan bueno que nos da todo lo que pidamos, siempre y cuando eso no nos haga mal, pero es tan bueno que si sabemos pedir nos dá algo equivalente a lo que hemos pedido. Jabes supo pedir y por eso Dios le dio.
NO TIENES, PORQUE NO PIDES (santiago 4:2)
Saber pedir no es cuestión de ser más inteligente, más vivo o tener mayor fluidez de la palabra, es simplemente cuestión de al momento de empezar a hablar con nuestro Padre, llamar al consolador que nos fue enviado, al Espíritu Santo.
Cuando queremos pedir algo a nuestros papás, las mamás que conocen mucho más tiempo a los papás siempre nos enseñan como debemos pedir para que todo nos sea concedido sin problemas; el Espíritu Santo hace lo mismo, coloca en nuestro corazón las palabras adecuadas al momento de la oración.
Cuando queremos pedir algo a nuestros papás, las mamás que conocen mucho más tiempo a los papás siempre nos enseñan como debemos pedir para que todo nos sea concedido sin problemas; el Espíritu Santo hace lo mismo, coloca en nuestro corazón las palabras adecuadas al momento de la oración.
1) Oh, que me bendijeras en verdad
Pablo en sus epístolas muestra las bendiciones espirituales que debemos pedir.
Todos necesitamos bendiciones espirituales y materiales. Bendiciones son aquellas cosas que vienen del Buen Padre que hace el bien para Sus hijos. Si las quieres pídelas con perseverancia que como todo buen padre Él las dará, pero quiere escuchar de boca de sus hijos lo que necesitan. Jabes pidió las bendiciones verdaderas, osea, claras demostraciones de que Dios está escuchando y contestando la oración. ¿Cuáles bendiciones necesitas tú “hoy”? pídelas. Dios será tan específico contigo como tú lo eres con Él.
2) Que ensancharas mi territorio
Con esto debemos tener mucho cuidado, tienes disposición de trabajar más? Mayor territorio es más trabajo, más clientes, más esfuerzo… pero, que harás con las ganancias cuando coseches? Dios conoce nuestros corazones más que nosotros mismos, cuida de que en tu corazón no hayan deseos ocultos al pedir más territorio.
3) Y que tu mano estuviera conmigo
4) Y que me guardaras del mal
Es una petición muy necesaria porque vivimos en un mundo lleno de males pues la maldad se está sembrando en todas partes por el enemigo. Es casi imposible no ver u oír del mal en un día normal. David cantó muchas veces en sus oraciones “Guárdame de mis enemigos”. No es raro que haya tantos tropezones, caídas y faltas para confesar luego. El que no cree que vivimos en un mundo malo no entenderá por qué Cristo oró pidiendo que fuésemos guardados del mal. (Juan 17:15)
Es fácil caer en las trampas del enemigo cuando por confiar demasiado en nuestras fuerzas no pedimos la protección divina. Aquellos que piden la protección de Dios, siempre serán guardados de todo mal por Él. Jabes no quería sufrir, el mal causa dolor y el dolor es la cosecha de sembrar pecado, por esa razón debemos pedir la protección de Dios constantemente.